El canal inglesa ITV, responsable de títulos como Endeavour (2012-), Broadchurch (2013-2017) o Victoria (2016-), atesora las cuatro temporadas de The Durrells. La serie adapta la trilogía de Corfú de uno de los hijos escritores, Gerald, el naturalista y explorador. Si, ya saben, las novelas autobiográficas que se deleitan entre la risa y la carcajada mientras narran los avatares familiares en la isla griega. Mediada la década de los 30 la madre del clan (Keeley Hawes), viuda en bancarrota, decide afrontar la dureza de esos años huyendo de Bournemouth a Corfú. Con ella sus cuatro hijos: Larry (Josh O’Connor) que sueña con ser escritor -el Cuarteto de Alexandría espera a lo lejos-; Leslie (Callum Woodhouse) aficcionado a las armas de fuego y la caza; Margot (Daisy Waterstone) preocupada por el acné y el amor terrenal; y el propio Gerald (Milo Parker) que crecerá rodeado de naturaleza y todo tipo de animales: el perro Roger, la tortuga Aquiles, la mantis Cicely o la salamandra Geronimo, entre otros.
En el proceso de adaptación al medio reside una de las principales bazas argumentales y cómicas de la serie: los contrastes culturales entre las costumbres inglesas y el carácter mediterráneo. A continuación surgirán los conflictos entre este grupo de seres extravagantes y la tranquilidad del modus vivendi local. Con los Durrells convive una galería de personajes fabulosa: la cocinera Lugaretzia (Anna Savva), el taxista Spiros (Alexis Georgoulis), el doctor Stephanides (Yorgos Karamihos), el pastor sueco Sven (Ulric von der Esch) o la condesa Madrovaki (icónica Leslie Caron), además de visitantes como la tía Hermione (Barbara Flynn) o el escritor Henry Miller (Trevor White). Rodada en localizaciones naturales el verano habita en los campos de olivos y limoneros, en las playas de rocas, en las calles y mercado del pueblo o en las amistades entre pelícanos y cabras. Temporadas de seis u ocho capítulos y estilo narrativo convencional. Presta saborearla con los pies descalzos, camiseta de rayas y sombrero de paja. Kalispéra.
Del mismo modo que ocurrió con la edición de las novelas (Mi familia y otros animales, Bichos y demás parientes y El jardín de los dioses), la isla sufrió una nueva ola turística tras el éxito de la producción televisiva. Algunos corfiotas aparecen como figuración, casi como altavoces de la alegría de vivir propia. Pedro Lazaga fue desmentido hace tempo (el turismo no es un gran invento), pero mientras muchos consultan témporas y se vuelven locos por el fin de la lluvia, defendemos el verano que reside en el universo Durrells: adaptarse al medio mientras la naturaleza rige los ritmos; combinar té, aceitunas y tofu, y observar costumbres de otros animales (incluso bípedos).
The Durrells (ITV, 2014-2018)
Um. sin duda adolescencia es mejor que juventud, Va a ser verdad lo del lenguaje viejuno.
Somos dos los visitantes corfiotas, caro Spoty. Si esto no es una señal yo ya no sé... Los leí en plena adolescencia y recuerdo carcajearme tanto... Estoy por garantizar que no podrían desilusionarnos. Si se atreve, avíseme.
Así en un rapidillo, le diré que son unos de mis libros favoritos de juventud. Yo también fui a Corfú después de leerlos. Los tengo pendientes para releer, con miedo a que me desilusionen y pierda ese recuerdo