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LIJ digital, y eso qué es lo qué es?

Mi querido cerdo vecino, en vista de todas las dudas que le surgen, he pensado hacer una entrada sobre qué es esto de la LIJ digital. Espero que resulte, sino interesante, al menos intrigante y un tema más sobre el que pensar. Le reconozco que a mí durante el curso que hice, se me licuó el cerebro.


Y para empezar por el principio y antes de meternos en lo infantil, ¿qué es la literatura digital? ¿qué la define?


La wikipedia habla de ciberliteratura, literatura digital o literatura electrónica y dice que es la que designa a aquellas obras literarias creadas específicamente para el formato digital -principalmente, aunque no sólo, para Internet-, y que no podrían existir fuera de este.


Con eso “de específicamente creadas para el formato digital” dejamos fuera las obras digitalizadas, que suele ser la primera asociación que hacemos cuando nos hablan de literatura digital.


Para no liarnos y porque ya no se puede hablar de categorías estancas en la cultura y el arte. Se trata de una forma de comunicación literaria con sus propias características que la distinguen de las producciones analógicas, y en la que esas diferencias vienen dadas por el medio en el que nacen y las funcionalidades que este permite.


Así que podríamos decir que la obra digital es una obra multimodal, disruptiva, no lineal, participativa y el soporte en el que se presenta y crea es digital.


Por si le interesa indagar sobre el tema la ELO https://eliterature.org/ es una asociación que se dedica al estudio y recopilación de obras producidas para el medio digital.


Seguimos.


¿Literatura o ficción, digital?


Las etiquetas, que son útiles como punto de partida y marco para el análisis de las obras, además de dotarnos de herramientas de interpretación, tienen el problema de que pueden resultar demasiado rígidas para definir las nuevas categorías. La literatura digital continúa utilizando los procesos constructivos que definen a la literatura, bien sean sus estructuras o sus recursos líricos y narrativos. Sin embargo, a pesar de conservar aspectos fundamentales que la acercan, la digital tiene tantos rasgos que la diferencian, y porque, para mi y para Manquiña, el concepto es el concepto, es que parece más adecuado hablar de ficción digital, un término que si bien acoge el sustrato literario, renuncia a quedar subsumida, únicamente, dentro de la literatura.


Es decir, la literatura se abre a otras formas de expresión y ayudada por la tecnología, se enriquece y muta. Esta mutación hacia una cultura líquida, a la fusión de categorías es especialmente fértil en la literatura infantil, una categoría dentro de la literatura que ha tenido que vérselas con todo tipo de discusiones cuasi (o sin casi) filosóficas sobre qué es y qué la define y que ha sabido ir incorporando elementos que la han hecho evolucionar y crear nuevos sistemas. Esto es lo que ocurrió por ejemplo, con el álbum ilustrado o, de forma más evidente con los silent books, que a pesar de carecer de texto son admitidos como literatura sin demasiados cuestionamientos. La ficción digital supone el paso al cambio de formato y a admitir las nuevas funcionalidades que el medio permite, pero que ya están de algún modo reconocidas en la literatura infantil.


Ficción digital o videojuegos

En el caso de la LIJ digital ¿en qué se diferencia, si lo hace, de los videojuegos?


Ambas formas comunicativas están muy próximas de hecho, otra vez existe un debate sobre si es posible establecer categorías estancas o tiene más sentido hablar de un conjunto de obras que comparten características. Eskelinen, dice que la diferencia entre el videojuego y el arte interactivo es que, en el primero interpretamos para configurar mientras que en el segundo configuramos para interpretar; esto es, que el objetivo del primero es ser acabado y del segundo ser interpretado. Aunque una vez las fronteras entre uno y otro son cada vez más difusas.


A pesar de la mala reputación de los videojuegos y de la tendencia a demonizar las pantallas y lo digital (incluida la LIJ) existen obras digitales que enseñan a leer ,que son un buen medio de acercarse a los niños y adolescentes y entrar en su mundo. Como adultos nos falta aprender a valorar las obras como constructos culturales y artísticos que son y al final, como mediadores, independientemente de si son digitales o analógicas conocer obras que enseñen a leer y desarrollar la capacidad crítica y de cuestionamiento.

¿A alguien le interesa el tema? Por qué deberíamos integrar la LIJ digital en los programas educativos


Vivimos en una sociedad en la que lo digital forma parte de los cotidiano. Todo este desarrollo tecnológico ha cambiado las formas de producción artística y cultural y ha hecho surgir nuevas categorías que toman elementos de las existentes, con las que conviven.


En conclusión, la LIJ Digital forma parte del sistema comunicativo literario y se relaciona de forma activa con otros sistemas culturales dirigidos a la infancia, con los que convive y de los que toma parte de sus elementos. Está integrado dentro del ecosistema cultural de nuestra sociedad, permeado en todas sus expresiones por lo digital, en el que los niños están inmersos Es además y por ello, el de mayor penetración en la vida privada de los adolescentes por lo que necesita de atención por parte de las instituciones y de mediadores que contribuyan al aprovechamiento de sus potenciales como herramienta en la formación de lectores competentes que sepan descifrar todo tipo de códigos y utilizar la información de forma crítica para convertirla en conocimiento.


Total, mejor saber y estar informados y además, cuando se sabe dónde, cómo y qué buscar, te puedes encontrar algunas cosas sorprendentes, igual que ocurre con los libros. (Si no eche un vistazo a Blabla)

Y para acabar si le apetece leer alguna reseña y algún título interesante, aquí le dejo la página de Gretel con algunas recomendaciones. Si tiene oportunidad y un IPAD (de las limitaciones para acceder a obras, hablamos otro día) pruebe con Metamorphabet.


Bibliografía.

Materiales y discusiones del curso de ficción digital del Master de Literatura infantil y juvenil de la UAB y BAnco del Libro.


Ramada Prieto, Lucas. "Cariño, tenemos que hablar" Ficción infantil y juvenil y su mediación. Revista Peonza nº 126 . Pags 7-15


http://lab.cccb.org/es/donde-vivan-los-juegos/

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