Llegar, llegó como mensaje al móvil, pero no pude más que abrir mis orejas peludas y lucir mi colmillo salido con la sonrisa. Ya saben, las mayores verdades conviene empaquetarlas con humor.
La incertidumbre, la distancia, el desencuentro como motor narrativo en la literatura (ya no digo en la vida). Que sí, que un móvil sin cobertura, con poca batería o la llamada de un número desconocido ofrecerán otras tramas, pero me gusta eso de cuestionar la inmediatez, la velocidad y lo instantáneo como medidas resolutivas. Toda una vida cabe en la espera.
Descubro que el muchacho es un afamado editor y escritor argentino, Hernan Casciari, cuyos trabajos se pueden adquirir por internet. El relato de Hansel y Gretel, Romeo y Julieta, el coronel que no tiene que le escriba, Tom Swayer y Pinnochio puede leerse, aquí, en una versión extendida a la que se unen Samuel Beckett o Dorian Gray.
Touché, señor Casciari, touché.
PS: Como tiendo a la obsesión, comencé a tirar del hilo días después del descubrimiento. Entre otros, di con este relato maravilloso. Poco más se puede decir sobre la literatura. Chapeau, Hernán.
Que bravisísimo y no lo había oído hasta ahora. Tiro del hilo hasta que se rompa. Gracias Doe, por los descubrimientos!!!